Baja Visión

La Baja Visión es una pérdida de visión que dificulta la realización de las tareas diarias de una persona tales como, la lectura, la escritura, ver la televisión, reconocer las caras de las personas conocidas, conducir o incluso caminar solo por la calle.

Una persona con Baja Visión es aquella que, aún después del tratamiento médico y / o corrección óptica común (gafas), tiene una visión inferior al 30% en el mejor ojo o un campo visual muy reducido (inferior a 10 °). Actualmente en nuestro país hay más de 900.000 personas afectadas por la Baja Visión.

La Baja Visión puede venir dada desde el nacimiento, a causa de un accidente o bien a causa de enfermedades oculares tales como la degeneración macular (DMAE), la retinopatía diabética, el glaucoma o la retinosis pigmentaria. Otros factores de riesgo pueden ser el alcohol, el tabaco, la exposición a los rayos ultravioleta o incluso una deficiencia de vitamina A.

Una persona con Baja Visión no puede mejorar su visión con gafas convencionales, medicamentos o cirugía pero puede beneficiarse de ayudas visuales que pueden mejorar su calidad de vida. Estas ayudas visuales pueden ser desde gafas con filtros que mejoran la sensibilidad al contraste, gafas con grandes aumentos y lupas para leer, hasta telescopios, telemicroscopios y/o ayudas no ópticas.

No todas las ayudas visuales pueden ser de utilidad para el mismo paciente, por eso durante una primera visita se analizan cuáles son las opciones de ayudas visuales más adecuadas para cada paciente y durante una segunda visita se hace la adaptación donde el paciente aprende a utilizar correctamente las ayudas visuales pre-seleccionadas y a sacar el máximo provecho de las mismas.