
“Solo lamento no haberme operado antes”: el caso de Alba Garlito
Tras años de molestias con gafas y lentillas, Alba Garlito encontró en la Clínica Oftalmológica Rubí la solución definitiva: una lente intraocular. Operada por la Dra. Elena Rusiñol Rodríguez, hoy disfruta de una visión perfecta. Su testimonio es claro: “No puedo ser más feliz”.
De las incomodidades visuales a la decisión
Alba sufría más de cuatro dioptrías de miopía y astigmatismo en ambos ojos. Durante años utilizó gafas y después lentes de contacto, pero su uso se volvió cada vez más incómodo. “Se me resecaban los ojos y cada vez me resultaban más molestas”, recuerda. A menudo, al salir de casa por la mañana, ya tenía ganas de volver solo para quitárselas.
Una recomendación de confianza con conocimiento profesional
La mejor amiga de Alba, optometrista con experiencia en diversas ópticas y laboratorios, había trabajado también en la Clínica Oftalmológica Rubí. Le recomendó encarecidamente el centro: no solo por el trato cercano, sino por la experiencia y rigurosidad de su equipo médico.
Convencida, Alba valoró otras opciones, pero se decantó por la Clínica Oftalmológica Rubí por la seguridad que le ofrecía: “Para mí la vista ha sido siempre una prioridad y miré calidad y la tranquilidad de que saliera bien”.
Una intervención minuciosa, adaptada a sus necesidades
La intervención estuvo a cargo de la Dra. Elena Rusiñol Rodríguez, oftalmóloga experta en cirugía refractiva y glaucoma. La propia amiga de Alba le había hablado de ella con admiración: “Me comentó que tenía un control increíble de todo, qué era súper detallista y minuciosa en sus cálculos”.
Durante las pruebas previas, se descartó la opción de láser debido al grosor límite de la córnea y al riesgo de sequedad ocular. “Me explicó los pros y los contras con total honestidad y me recomendó la lente intraocular. Me tomé unos días para pensarlo y seguí su consejo”, explica Alba.
Un contratiempo que se convirtió en garantía
Alba tiene alergia al kiwi, lo que impidió usar la dosis habitual de anestesia. Durante la operación del primer ojo, los nervios le provocaron una subida de tensión ocular. El equipo lo detectó rápidamente, la Dra. Elena Rusiñol Rodríguez le dio tiempo para relajarse y le explicó con calma lo que había ocurrido. Este contratiempo permitió incluso ajustar mejor el procedimiento para el segundo ojo.
Recuperación inmediata y satisfacción total
“Fue increíble. Al salir de la operación lo veía todo bien, sin ningún tipo de dolor ni molestias. Desde el minuto uno tenía el 100 % de visión, tanto de cerca como de lejos”, recuerda. Las revisiones posteriores confirmaron que todo había salido según lo previsto.
¿Tienes miopía, astigmatismo o sufres molestias con gafas o lentillas?
En la Clínica Oftalmológica Rubí te ayudamos a recuperar tu visión y tu bienestar. Pide cita llamando al 93 699 58 66 y descubre si una lente intraocular puede ser tu solución.